LA NOSTALGIA Y NUESTRA INFANCIA POLÍTICAMENTE INCORRECTA




   Me he dado cuenta de que  se ha tornado en un tema recurrente en mis reuniones sociales hablar de lo bonito que fue nuestra infancia y recordar situaciones y cosas que eran características de los años 80. Todos los presentes sacan a relucir recuerdos como las bebidas "Free", las tipicas zapatillas "North Star", los zapatos "Pluma", los calugones "Pelayo", las bolsitas de manjar que se compraban en los recreos, los monitos animados como "Erase una vez el hombre", etc
   Si comparamos lo anterior con el entorno que les toca vivir a los niños actuales, tenderíamos a decir que el de nuestra infancia fue mucho mas amable que el actual. La verdad es que ese punto ya no me queda tan claro. En la actualidad se ha establecido la idea de lo políticamente correcto. Como ejemplo, ya no se le puede decir a una persona que es "negra", sino que es afroamericana, respetando la diversidad; a los que nosotros conocimos como "indios" ahora se les llama pueblos originarios, etc. Nuestra sociedad actual esta mas atenta a fomentar los valores positivos y el respeto.
   Lamentablemente para mi, los recuerdos que guardo de mi infancia no tendrían cabida en este nuevo mundo políticamente correcto. Yo crecí viendo el "Chavo del Ocho", donde Don Ramón golpeaba al chavo, un niño, por cualquier motivo ( hoy en día se lo tendrían que llevar preso los Carabineros por violencia contra un menor de edad ); cuando niño jugué al "21 quemado", un juego que decía algo así como " ¿Cuantos panes hay en el horno?- 21 quemados , -¿Quien los quemo? - El perro judío" ( un juego que habla de hornos, quemados y perros judíos no creo que haya sido coincidencia); crecí con los monitos animados de Walt Disney, que muestran siempre familias disfuncionales con ausencia notoria de la imagen paterna ( Ej: el tío Donald cuidando a sus sobrinos, y el hecho de que ninguno de los monitos masculinos tuviera hijos).
   Existen muchos otros ejemplos que nos demuestran que el entorno de esos tiempos no era tan amable como nosotros creíamos. Tal vez nuestra inocencia nos salvo de contaminarnos con el mensaje políticamente incorrecto que traían consigo y nos pudimos transformar en adultos relativamente "sanitos". Por lo menos eso quiero creer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRES HOMBRES Y UN MARTILLO